Infidelidad dentro de la pareja
La infidelidad en la pareja puede desencadenar rupturas emocionales y sociales, generando dolor y desconfianza en la relación.

Infidelidad dentro de la pareja
La concepción de infidelidad ha ido cambiando en función de la época y la sociedad de la que hablemos. No podemos afirmar que el término infidelidad pueda ajustarse a los mismos parámetros de hace diez siglos. En la antigua Roma, por ejemplo, se consideraba que el hombre solo era infiel si mantenía relaciones sexuales con una mujer casada que no fuese la suya, mientras que esto no era aplicable si se realizaba con esclavas o prostitutas.
A pesar de todo, la infidelidad sigue siendo algo difícil de delimitar, sobre todo con la aparición de las nuevas tecnologías. En un estudio sobre la infidelidad realizado por Gleeden en 2022, se preguntó a los españoles sobre qué consideraban una “infidelidad”. Mientras que todos los grupos de edad superiores a los 25 años respondieron mayoritariamente “Mantener relaciones sexuales regulares con alguien que no sea la pareja actual”, esta fue la segunda opción entre el segmento comprendido entre los 18 y 24 años (siendo que un 72% de los jóvenes lo consideraban una infidelidad). Entre ellos, la práctica de sexo oral con alguien que no sea la pareja actual es la primera opción, siendo que un total del 78% respondieron afirmativamente. Además, se puede observar que las mujeres responden afirmativamente en un mayor grado a las distintas opciones que los hombres.
Asimismo, es más sorprendente la predisposición de los españoles a ser infieles. Según remarcaba este mismo estudio, un 13% sería capaz de poner los cuernos a su pareja si supiesen que no les pillarían, siendo que otro 24% se lo plantearían. Además, 6 de cada 10 de las personas que han sido infieles no sienten ningún tipo de arrepentimiento por estas actuaciones, siendo más notable esta actitud según avanza la edad de las personas.
¿A qué se deben las infidelidades en la pareja?
El estudio de Gleeden, que recoge las respuestas de las personas entrevistadas, mostró que en su mayoría se debe a razones físicas. El 39% de las personas fueron impulsadas por la atracción que sentían hacía la otra persona, así como un 31% que afirmó que se debió a la oportunidad de estar con una persona que les gustaba en ese momento. Por su parte, un 34% también se excusaron en la falta de atención por parte de su pareja.
Sin embargo, según pudo recoger Haseli et al. (2019), las infidelidades suelen producirse por la interacción de diversos elementos y no solamente por la actuación individual de las personas. Las incompatibilidades interpersonales como los valores sexuales o los tipos de apego cuentan con un papel mucho más importante que las propias características personales, siendo que las relaciones interpersonales positivas están estrechamente unidas con una menor probabilidad de infidelidad.
¿Cómo afrontar una infidelidad?
En un blog publicado por Área Humana, un centro psicológico en Madrid, aclaran que la forma en la que afrontamos las infidelidades suele estar estrechamente relacionado con el modo en el que se realiza con otros acontecimientos, como las pérdidas o decepciones. Lo que sí hay que tener en cuenta es que no existe una fórmula universal que ayude con este procedimiento, ya que existen muchos factores que condicionan la forma de actuar de las personas.
También tendrán un peso influyente aspectos relacionados con la propia infidelidad, dependiendo de la continuidad o no de esta en el tiempo, las personas que han intervenido en esta, la forma de descubrirla… De este modo, estos pueden ser algunos puntos a tener en cuenta:
Escuchar
Tal y como hemos ido mencionando, cada infidelidad es distinta y las razones y circunstancias son diferentes para cada una de las personas que se involucran en una. Es por esto por lo que es importante escuchar qué tiene que decir nuestra pareja. Cuando conocemos los detalles nos permitimos entender qué es lo que ha ocurrido y así ayudarnos a tomar una decisión sobre cómo actuar, pensar sobre si nos decantamos por perdonar o no.
No culparse
Otro aspecto importante es el de no culparnos a nosotros mismos por lo que ha ocurrido. La infidelidad es algo que no nos involucra de forma directa como partícipes de ella, lo que implica que se trata de algo que está fuera de nuestro control. Nosotros no podemos influir en la decisión de alguien de ser infiel por lo que no deberíamos culparnos a nosotros mismos de ello.
Gestionar las emociones
Durante el proceso sentiremos una gran variedad de emociones, como pueden ser la ira, tristeza o rabia. Los momentos de bajón deben ser vistos como algo normal durante este proceso aunque con moderación. Es entendible que en momentos específicos del día podamos sentirnos con menos ánimo y debemos permitirnos sentirnos así, pero no podemos dejar que estos sentimientos nos inunden todos los días. Para ello, podemos intentar mantenernos ocupados, seguir con nuestra rutina de la mejor manera posible. En muchas ocasiones, salir de casa, hacer ejercicio o realizar nuestras actividades favoritas puede costarnos en un principio pero puede ser un gran alivio.
Apoyo
Es importante que contemos con nuestros familiares y amigos para afrontar el problema. En muchas ocasiones nos sentiremos abrumados por todos nuestros pensamientos y emociones y una buena forma de afrontarlo es tener gente que nos escuche. La ayuda de la gente que nos rodea es muy valiosa y necesaria en este momento, a veces incluso para ser capaces de tomar una decisión. No podemos deteriorar la relación con nuestros seres queridos, ya que suponen una parte importante de nuestra vida.
Asimismo, este apoyo puede venir también desde un ámbito profesional y buscar la ayuda de un psicólogo. Su asesoramiento puede ser crucial para que podamos entender mucho mejor la infidelidad y cómo se desarrolla el proceso de superación.
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